El fruto del Espíritu

Sermon para niños: El fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-26)

¡Mira! ¡Qué hermoso tazón de frutas! Veamos qué tenemos aquí. (Saque cada tipo de fruta y pídales a los niños que mencionen el nombre de cada una).

Me encanta la fruta. La mayoría de las frutas no solo son deliciosas, sino que también son nutritivas. Mira esta naranja, por ejemplo, es dulce y jugosa y tiene mucha vitamina C. La vitamina C ayuda con los resfriados, los mocos y el dolor de garganta. Aquí tienes una manzana brillante. Las manzanas también son buenas para ti, ¡y saben tan dulces!

En nuestra lección bíblica de hoy vamos a hablar de frutas. Pero no hablamos de manzanas y naranjas. Se trata de otro tipo de fruta. Esta no se puede comer, pero está dentro de cada uno de nosotros cuando ponemos nuestra fe en Jesús. Se llama fruto del Espíritu.

La Biblia nos dice que cuando seguimos a Jesús y le pedimos que perdone nuestros pecados, el Espíritu Santo nos llena del amor de Dios. Cuando esto sucede, damos el fruto del Espíritu Santo.

Si ves un manzano, ¿qué esperas encontrar en ese árbol? ¡Manzanas! Pues bien, cuando una persona tiene al Espíritu Santo, actúa con amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y autocontrol. La Biblia llama a estas cosas el fruto del Espíritu.

¿Siempre eres paciente? ¿Siempre eres amable y gentil? No, habrá momentos en los que falles. Cuando falles, pídele a Dios que te perdone y te llene de Su Espíritu para que muestres el tipo de fruto que Él quiere ver en tu vida.

Padre Celestial, llénanos de Tu Espíritu Santo para que demos buenos frutos en nuestras vidas. En el nombre de Jesús oramos, amén.