Jesús nos envía al Consolador

Sermon para niños: Jesús nos envía al Consolador (Juan 14:15-21)

Prepare el ventilador para que se mueva y sople sobre los niños.

Déle a cada uno de los niños un pedazo de serpentina para que lo sostengan mientras hablan. Permítales levantar la serpentina cuando el viento venga hacia ellos. 

Hoy vamos a hablar de algo que no pueden ver, pero saben que está ahí. 

Hagan como si empezaran a sentir el viento. Actúen sorprendidos y sin saber qué es lo que sienten y cuál es la fuente del viento.

¿Sienten eso? ¿Qué es y de dónde viene? (Permita que los niños respondan, pero siga pidiéndoles que expliquen con hechos y pruebas sobre el viento que no ven).

¿Están convencidos de que hay viento aquí aunque no lo vean? No podemos ver el viento, pero sí vemos lo que hace, ¿no? Lo veo soplando algunas de sus serpentinas, algunos de sus cabellos se mueven, y también se siente mucho más fresco que antes. 

¿Saben a qué me recuerda esto en la Biblia? (Deje que los niños adivinen). Les voy a dar una pista: Es un regalo increíble que nos dejó Jesús cuando regresó al cielo para estar con el Padre. ¿Ya saben lo que es? (Permita que los niños adivinen).

Jesús nos prometió un ayudante y ese ayudante es el Espíritu Santo. No podemos ver al Espíritu Santo porque vive dentro de aquellos que hacen de Jesús su Señor y Salvador. Pero al igual que el viento del ventilador de hoy, aunque no podemos ver al Espíritu Santo, sabemos que nos consuela y ayuda. 

Dios, aunque no podamos verte, sabemos que eres real. También sabemos que tu Espíritu Santo es real. Gracias por el consuelo que nos das a través del don de tu Espíritu Santo. En el nombre de Jesús, amén.