Sermón

Jugando a los favoritos

Tema

Dios nos dice que no debemos tener favoritos.

Objetos

Una caja grande de crayones usados

Escritura

Santiago 2:1-10

¿Qué tipo de cosas te vienen a la mente cuando piensas en volver a la escuela? (Haga una pausa). Un material escolar que muchos necesitan para volver a la escuela es una caja de crayones. (Muestre la caja de crayones).

Tengo muchos crayones aquí, y todos son de diferentes tamaños y colores. Algunos están afilados y otros no. Algunos tienen nombres que suenan extraños. Algunos están como nuevos y otros se han usado bastante. Los envoltorios están nuevos en algunos, mientras que otros están rotos y sucios.

Podemos aprender mucho de estos crayones. Aunque tengan diferencias, todos caben muy bien en la misma caja. Este es un excelente ejemplo de cómo debe ser la iglesia. Las personas que componen la iglesia son de todos los tamaños y colores, y algunas incluso pueden tener nombres que suenan diferentes a los tuyos. Algunos son viejos y otros jóvenes. Algunos van vestidos con ropa muy bonita, mientras que otros pueden llevar ropa sucia y desgastada.

¿Alguna vez has notado cómo se trata a las personas de forma diferente porque no tienen el mismo aspecto o no actúan como los demás? (Haga una pausa).

Santiago, el hermano de Jesús, escribió en la Biblia que los seguidores de Jesús no deben mostrar favoritismo, ni tratar a una persona mejor que a otra. Dijo: "Amigos míos, si tienen fe en nuestro Señor Jesucristo, no tratarán a unas personas mejor que a otras". Santiago explicó que, si a una de nuestras reuniones viene una persona rica con ropas elegantes y un anillo de oro, y también viene una persona pobre vestida con ropas desgastadas, no debemos darle el mejor asiento al que lleva ropas elegantes y decirle al que es pobre que se haga a un lado o se siente en el suelo. Eso es lo mismo que decir que algunas personas son mejores que otras, lo cual, según la Biblia, está mal. 

Debemos tener cuidado de no mostrar favoritismo en nuestra iglesia ni en ningún otro lugar. Todos somos hijos de Dios, seamos ricos o pobres, o de cualquier raza. Como dijo Santiago: "Les irá bien si obedecen el mandamiento más importante de las Escrituras. Es el mandamiento que nos ordena a amar a los demás tanto como a nosotros mismos".

Amado Dios, ayúdanos a amarnos unos a otros como Tú nos has amado. Muéstranos la forma en la que amas a cada persona. No queremos tener favoritos en tu iglesia. En el nombre de Jesús, amén.