Sermón

"Su nombre es Juan"

Tema

El nacimiento de Juan el Bautista

Objetos

Ninguno es necesario. Si desea, los niños pueden jugar "El juego tranquilo"

Escritura

"Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para prepararle el camino" (Lucas 1:76 - NVI).

¿Les gusta jugar? ¿Cuántos de ustedes han jugado "El juego tranquilo"? El juego tranquilo es un juego que es conocido desde hace muchos años. Nosotros los jugábamos cuando yo era niño. Las reglas son bien simples. Todos deben quedarse totalmente quietos y tranquilos. No pueden hablar, ni murmurar y no pueden reírse. Si haces algún sonido, tienes que salirte del juego. El último en hacer un sonido es el ganador del juego.

El juego tranquilo es divertido para jugar, pero después de un rato, te cansas de no poder hablar. ¿Cómo sería el no poder hablar por un día completo o una semana? ¿Nueve meses? ¿Te imaginas no poder hablar por nueve meses?

La lección bíblica de hoy es acerca de un hombre llamado Zacarías. Zacarías era un sacerdote que servía en el templo y tanto él como su esposa Elizabet era rectos ante los ojos de Dios y tenían cuidado de obedecer todos los mandamientos de Dios. Ambos eran muy mayores y no habían tenido hijos.

Un día Zacarías estaba en el templo cuando se le apareció, de pie, un ángel al lado del altar. Cuando él vio el ángel, sintió miedo. "No temas", le dijo el ángel. "Tu esposa tendrá un hijo y le llamarás Juan. Él traerá gran gozo pues él preparará al pueblo para la venida del Señor. Muchos corazones se volverán a Dios."

"¿Cómo puede ser esto? Mi esposa y yo somos viejos," le dijo Zacarías al ángel.

"Soy Gabriel y fui enviado por Dios para traerte estas buenas nuevas. Pero, como no me has creído, no podrás hablar hasta que el niño nazca."

Cuando llegó el tiempo de que el bebé de Elizabet naciera, ella dio a luz a un varón. Todos sus familiares, amigos y vecinos se alegraron mucho por lo que le había ocurrido a Elizabet. Todos pensaban que debían ponerle por nombre Zacarías, igual que su padre, pero Elizabet dijo, "No, su nombre será Juan". Usaron lenguaje de señas para preguntarle al papá del bebé qué nombre deseaba ponerle a su hijo. Él les dejó saber que deseaba una tabla para escribir y Zacarías escribió "Su nombre es Juan". Para sorpresa de todos, inmediatamente la boca de Zacarías fue abierta y comenzó a hablar y alabar a Dios.

Zacarías dijo estas palabras sobre su hijo, "Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para prepararle el camino". ¿Sabes quién fue este bebé? Él fue el que conocemos como Juan el bautista. Él fue quien preparó el camino para el Señor que vendría.

Padre Celestial, te damos gracias por tu regalo innefable. El regalo de Jesucristo, nuestro Señor, en cuyo nombre oramos. Amén.