Miren este bonito regalo de Navidad. (Pase el regalo). ¿Ya hay regalos bajo el árbol en tu casa? ¿Ya le echaste un vistazo a cuántos de los regalos tienen tu nombre? (Haga una pausa para escuchar las respuestas).

Hay una historia sobre un niño que revisaba los regalos bajo el árbol todos los días. Le encantaba mirarlos, ordenarlos y contarlos. Un día descubrió que su hermana tenía más regalos que él. Entonces, corrió a buscar a su madre muy disgustado.

"¡Katie tiene más regalos bajo el árbol de Navidad que yo!", señaló muy enfadado. 

Su madre le explicó que la Navidad no consiste en recibir los regalos bajo el árbol. La Navidad consiste en celebrar a Jesús, el mayor de los regalos. 

• ¿Alguna vez te has sentido como este chico? Explica.

• ¿Cómo el sentirte así hizo que perdieras la alegría en ese momento? 

La Navidad debería ser una época de alegría. Hoy aprenderemos que el nacimiento de Jesús es lo que nos llena de verdadera alegría, no los regalos que recibimos. De hecho, Dios nos dice que dar es incluso mejor que recibir.

En la Biblia, Juan el Bautista fue enviado para preparar a las personas para la venida de Jesús. Les dijo que se arrepintieran de sus pecados y prepararan sus corazones para la venida de nuestro Salvador.

"¿Qué debemos hacer?", le preguntaron.

Juan respondió: "Si tienen dos abrigos, den uno al que no tiene. Si tienen comida, compártanla con los que no tienen".

Este mensaje es también para nosotros. Si queremos experimentar la verdadera alegría que Jesús quiere para nosotros, debemos aprender a compartir. Al compartir lo que Dios nos ha dado tan generosamente, recibiremos un regalo aún mayor: el regalo de la alegría.

• ¿Cuál es una forma de alegrar a los demás durante la Navidad? 

Amado Dios, ayúdanos a aprender que la verdadera alegría de la Navidad la experimentamos cuando recordamos el nacimiento de Jesús y somos generosos con los demás. En el nombre de Jesús, amén.