Sermón

¿No te invitaron?

Tema

Jesús no deja a nadie fuera y tampoco lo debes hacer tú.

Objetos

Una invitación a una fiesta

Escritura

Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos,los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos" (Lucas 14:12-14 - NVI)

¡Miren lo que tengo! Recibí una invitación a una fiesta. ¡Será una fiesta tremenda! Oigan esto: "Estás invitado a una fiesta (nombre de su iglesia) este viernes a las 6:30 PM. Habrá juegos, diversión y comida suficiente para todos".

¿Recibieron ustedes una de estas invitaciones? ¿No? Me pregunto porqué no los invitaron, ¿Cómo se sienten al saber que les dejaron fuera y no les invitaron a lo que promete ser una buena fiesta? ¿Se sienten mal? ¿No se preguntan porqué yo recibí una invitación y ustedes no? Uno no se siente bien sabiendo que no contaron con uno, ¿no es cierto?

¿Has dejado de invitar a alguien cuando has tenido una fiesta o has hecho algo especial? ¿Invitas sólo a tus amigos preferidos? ¿A quién dejas fuera? ¿Al niño que no tiene mucho dinero y que usa ropa usada y media rota? ¿O tal vez no invitas al niño que tiene algún impedimento y que tiene que moverse en una silla de ruedas? Tal vez dejas fuera al niño que no es tan listo y del cual otros niños se burlan. Quizás dejas fuera al niño que tiene la piel de un color diferente al tuyo. ¿Cómo piensas que esos niños se sienten al no ser invitados?

Jesús dijo que cuando estuviéramos haciendo una fiesta, no debemos invitar tan sólo a nuestros mejores amigos o a los chicos más populares de la escuela. De hecho, él dijo que debemos invitar a aquellos que tendemos a dejar fuera: los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos, aquellos que son menos afortunados que nosotros. Él dijo que si hacemos cosas buenas a aquellos que nos hacen favores a nosotros, entonces ya tenemos nuestra recompensa; pero que si hacemos cosas buenas a aquellos que no pueden hacernos lo mismo, entonces recibiremos nuestra recompensa en el cielo. ¿Prefieres recibir tu recompensa ahora, o en el cielo? Si deseas ser recompensado en el cielo, ten cuidado a quien invitas a tu próxima fiesta.

Oh, a propósito, ¿sabes?, esta invitación que te leí no es una invitación real. Me la inventé para ayudarte a entender cómo uno se siente al no ser invitado. Uno se siente mal, ¿verdad?

Querido Padre, ayúdanos a ser amorosos y a compasivos hacia aquellos que no tienen tanto como nosotros. Ayúdanos a incluirles en las cosas especiales que hacemos. En el nombre de Jesús oramos, amén.