Sermón

Perdiendo de vista a Jesús

Tema

A veces estamos tan ocupados que perdemos de vista a Jesús.

Objetos

No se necesita ninguno.

Escritura

Lucas 2:41-52

¿Alguna vez has ido a un festival o evento en el que hayas perdido de vista a un familiar? (Invite a los niños a compartir su historia brevemente).

Esto me recuerda la historia de un niño llamado Mateo, quien se perdió mientras su familia hacía unas compras navideñas de última hora en el centro comercial. La familia de Mateo estaba asustada. ¿Por qué crees que estaban asustados? (Haga una pausa para escuchar las respuestas).

Todos los miembros de la familia fueron a buscar a Mateo en diferentes lugares, ¿y sabes dónde encontraron al niño? (Deje que los niños adivinen). Mateo estaba en la tienda de caramelos mirando todos los dulces. No parecía estar asustado, ni siquiera sabía que estaba perdido. Al fin y al cabo, ¡estaba justo donde lo habían dejado! 

  • ¿Te sorprendió el lugar donde encontraron a Mateo? ¿Por qué o por qué no? 

  • Piensa en una ocasión en la que te hayas perdido. ¿Cómo te hizo sentir? 

Esta historia de Mateo me recuerda una vez que los padres de Jesús lo perdieron de vista. Toma un momento para pensar en que encontrar a Mateo en la tienda de caramelos no fue una sorpresa. Ahora, piensa en lo que sabes sobre Jesús. 

Cuando Jesús era un niño, sus padres fueron a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Una vez terminada la fiesta, José y María iban de regreso a su casa cuando se dieron cuenta de que Jesús no estaba en ninguna parte. Como no lo encontraron, se devolvieron a Jerusalén para buscarlo.

¿Dónde crees que estaba Jesús cuando sus padres lo perdieron de vista?

¿Sabes dónde encontraron a Jesús? Estaba en el templo. Como Mateo, Jesús no estaba preocupado ni asustado. Cuando sus padres lo encontraron, les dijo: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que tenía que estar en la casa de mi Padre?".

¿Alguna vez sientes que pierdes de vista a Jesús? (Haga una pausa para escuchar las respuestas).

 A veces estamos tan ocupados que dejamos de pensar en Jesús o de pasar tiempo con Él. La buena noticia es que siempre podemos encontrarlo. Quizá reconectarte con Jesús signifique detenerte y orar, ir a la iglesia o leer la Biblia. Cuando busquemos a Jesús, ¡él estará allí esperándonos!

Amado Jesús, cuando te perdamos de vista, ayúdanos a recordar que tu no te vas a ninguna parte y que esperas que volvamos a ti. Te pedimos que seas nuestra prioridad diaria. En el nombre de Jesús, amén.