Sermón

La Oveja Perdida

Tema

Jesús nunca se da por vencido por una oveja perdida.

Objetos

Una bolsa llena de juguetes pequeños. Previamente esconda uno de los juguetes.

Escritura

Lucas 15:1-10

Sermon para niños: La oveja perdida (Lucas 15:3-7)

Muchos niños crean un pasatiempo al coleccionar cosas. Por ejemplo: pueden coleccionar cosas como monedas, sellos, tarjetas de beisbol, muñecas o carros en miniatura. Algunos hasta coleccionan artículos como animalitos, mariposas o caracoles. ¿Has coleccionado algo alguna vez?

Tengo una buena colección de juguetes de peluche. Vienen en todas formas y tamaños. Mis favoritos son los animales. He traído hoy algunos de ellos para enseñarles (Enséñele a los niños los juguetes de peluche, haciendo comentarios mientras los presenta).

¡Cielos! Aparentemente he perdido uno de mis juguetes. Sé que lo tenía esta mañana cuando llegué aquí. ¿Me pueden ayudar a buscarlo? (Dirija a los niños en la búsqueda del juguete perdido. Cuando lo haya encontrado, continúe la lección). Gracias por haberme ayudado a encontrar mi juguete perdido. A pesar de que tengo una colección grande, cada uno de ellos es muy importante para mí y me sentiría muy contrariado si alguno de ellos se perdiera.

Eso me recuerda una lección que Jesús le enseñó a un grupo de líderes religiosos en una ocasión. Los líderes religiosos estaban muy molestos de que Jesús se asociara frecuentemente con pecadores. Algunas veces hasta se le veía comiendo con ellos. A ellos no les gustaba eso en absoluto y criticaban mucho a Jesús por ello. Jesús les contó una historia para ayudarles a entender.

"Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas. ¿No deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja perdida hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, lleno de alegría la carga en los hombros y vuelve a la casa. Al llegar, reúne a sus amigos y vecinos, y les dice: Alégrense conmigo; ya encontré la oveja que se me había perdido. Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse" (Lucas 15:3-7).

La Biblia nos enseña que somos como ovejas y que en ocasiones nos alejamos de Dios. Esto pone triste a Dios, pero él nunca se da por vencido. Él sigue buscándonos y llamándonos. Desea que estemos nuevamente en sus brazos. Hasta envió a su hijo Jesús a salvar aquellos que estaban perdidos. ¿No te alegras de que Dios no se dé por vencido al tener ovejas perdidas? Yo me siento muy feliz porque una vez yo estaba perdido, pero ahora he sido encontrado".

Querido Jesús, Tú eres el Buen Pastor. Deseamos agradecerte el que hayas venido a salvar a los que se habían perdido. Amén.