Sermón

Poder de pentecosté

Tema

Dios envía a su Espíritu Santo en el día de Pentecostés.

Objetos

Un abanico eléctrico portátil con unas cintas rojas brillantes unidas a la cubierta.

Escritura

"Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos. Se les aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía espresarse" (Hechos 2:1-4 NVI).

En un caluroso día de verano un abanico eléctrico puede ayudarnos a mantenermos frescos. ¿Cómo es que el abanico ayuda a refrescarnos? (Esperar constestación). Así es. Nos mantiene frescos moviendo (soplando) el aire alrededor nuestro. Creo que prenderé el abanico ahora. ¿Pueden ver el aire salir del abanico? Bueno, si no podemos ver el aire, ¿cómo sabemos que el abanico está trabajando? Hay varias formas de poder saber que lo está.

Una forma es porque le puse esas cintas rojas en la parte del frente del abanico. A pesar de no poder ver el aire, veo que está moviendo las cintas. Esta es una manera de saber que está trabajando.

Otra manera de saberlo es que podemos sentir el aire del abanico soplando sobre nuestras caras. No vemos el aire, pero lo podemos sentir.

Finalmente, sabemos que el abanico está trabajando porque podemos oír el sonido del aire y del movimiento de las cintas al chocar unas con otras. No lo vemos, pero lo podemos oír.

Hoy es un día muy especial, celebrado en muchas iglesias. Se llama el día de Pentecostés. Esta es la historia de como comenzó todo.

La Biblia nos dice que en el día de Pentecostés, los seguidores de Jesús estaban juntos, reunidos en un lugar y Dios les envió el Espíritu Santo para darles poder para enseñarles a otros de Jesús. Ahora, sabemos que ellos no podían ver el Espíritu Santo, así que, ¿cómo supieron que el Espíritu Santo estaba allí?

La Biblia dice que ellos sabían que el Espíritu Santo estaba allí porque podían escuchar el sonido de un viento fuerte que venía del cielo. Ellos no podían ver el Espíritu Santo, pero podían escuchar el sonido del viento tal como nosotros escuchamos el aire que sopla este abanico.

La Biblia dice que ellos vieron algo que parecía como llamas de fuego que venían y se posaban (ponían) sobre sus cabezas. Ellos no podían ver el Espíritu Santo, pero ellos sabían que el Espíritu Santo estaba allí porque ellos veían las llamas de fuego al igual que nosotros vemos estas cintas rojas en nuestro abanico.

El Espíritu Santo está con nosotros hoy. No podemos verle, pero podemos escucharle cuando le habla a nuestro corazón, podemos verle al moverse en nuestra vida y podemos sentir el poder de su presencia mientras nos guía diariamente.

Querido Padre, gracias por enviar a tu Espíritu Santo para ser nuestro maestro y guía. Ayúdanos a escucharle y obedecerle mientras nos enseña cómo hablarles a otros de Jesús. Amén.