El bautismo de Jesús

Sermon para niños: El bautismo de Jesús (Mateo 3:13-17)

De seguro sabes cómo se llama lo que tengo en la mano. Es un álbum de fotos. La mayoría de los padres tienen varios álbumes de fotos llenos de fotografías de sus hijos en cada etapa de su crecimiento. Nuestros hijos nos hacen sentir complacidos. (Muéstreles a los niños algunas fotos mientras les habla.)

Les tomamos fotos a nuestros hijos en la escuela, en la iglesia, jugando, en Navidad, en sus cumpleaños y en muchas otras ocasiones. Nos sentimos muy complacidos cuando vemos a nuestros hijos crecer.

¿Crees que Dios estaba complacido con su hijo, Jesús?

Yo sé que él se sentía complacido porque la Biblia nos lo dice. Cuando Jesús fue bautizado, la Biblia nos dice que hubo una voz del cielo que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».

¿Por qué crees que Dios se sentía complacido con su hijo?

(Abra su Biblia en Mateo 3:17.) Volvamos a leer ese versículo para ver lo que Dios dijo primero: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».

¿Qué fue lo primero que Dios dijo? (Dé tiempo para que los niños respondan).

¡Exactamente! Dios dijo, «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».

¿Qué fue lo segundo que Dios dijo? (Dé tiempo para que los niños respondan). ¡Exactamente! Dios dijo, «es mi hijo amado». ¡Dios ama a Su hijo!

(Muéstreles a los niños el álbum de fotos de nuevo.) Estas fotos muestran muchas cosas que hicieron nuestros hijos. Pero, sobre todo, estas fotos muestran que son NUESTROS hijos. Ellos son parte de nuestra familia. ¡Y los amamos!

Cuando confiamos en Jesús como nuestro Salvador, nos convertimos en hijos de Dios. Nuestro bautismo es como una ceremonia oficial de adopción. Dios nos ama desde el principio, y su deseo es que seamos sus hijos.

Dios nos dice, «Tú eres mi hijo/hija y te amo». ¡Dios te ama! Esta verdad es increíble, ¿cierto?

Me pregunto si Dios tiene un álbum de fotos en el cielo con tus fotos. Lo que sí sé es que tiene un libro con los nombres de todos sus hijos.

Dios se complace en ti cuando te conviertes en su hijo. Es maravilloso oír a Dios decir: «Eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo».

Amado Dios, gracias porque quieres que seamos tus hijos. Gracias por amarnos tanto. En el nombre de Jesús, amén.