Sermón

Abraham e Isaac

Tema

Confianza en Dios

Objetos

Caramelos envueltos individualmente para esconder en algún lugar de la habitación; dos invitados

Escritura

Génesis 22:1-19

 

Sermon para niños: Abraham e Isaac (Génesis 22:1-19)

Va a necesitar dos invitados: asegúrese que sólo uno de ellos sea alguien que los niños conozcan bien. La persona que los niños conocen bien dirá la verdad. Escriba los nombres en los paréntesis de abajo.

Hoy vamos a jugar un juego que se llama: ¿En quién confías? Ustedes conocen a estos invitados que tengo aquí. Uno es nuestro (nombre de la persona) y el otro es (nombre de la persona). Nuestros invitados les darán indicaciones para encontrar dulces, pero sólo pueden confiar en uno de ellos. Cuando nuestros invitados terminen de darles las indicaciones, ustedes dirán en quién confían. Recuerden, sólo pueden confiar en una de estas personas.

Permita que cada persona dé las direcciones. Luego pregúnteles:

¿En quién confían?

¿Por qué confían en esa persona?

Elija a un niño para que siga las instrucciones que recibió de parte de cada persona en la que confía. Sólo un camino llevará a los dulces. Una vez que encuentren el caramelo, traiga a los niños de vuelta y haga que compartan el caramelo.

Ustedes confiaron en (nombre de la persona). Algunas de las razones por las que confiaron en esta persona es porque la conocían. Ustedes sabían que les iba a decir la verdad. 

La lección bíblica de hoy es sobre la historia de Abraham e Isaac y su confianza en Dios. Mientras les cuento lo que pasó, necesito de su ayuda. Cuando me ponga la mano en la oreja así (demostración), quiero que digan con el tono más sorprendido, "¿¡Que qué!?"

Abraham era el padre de Isaac. Abraham y su esposa Sara tenían casi 100 años cuando nació Isaac. Y Dios le dijo a Abraham que iba a tener muchos nietos y bisnietos a través de su hijo Isaac.

Un día, Dios habló con Abraham y le dijo que llevara a Isaac a una montaña y le entregara a Dios lo que más amaba. (Ponga su mano en su oído para que los niños digan, "¿¡Que qué!?")

Así que Abraham tomó a Isaac y comenzaron a subir la montaña. (Ponga su mano en su oído para que los niños digan, "¿¡Que qué!?") 

Al tercer día, Abraham le dijo a Isaac que iban a construir un altar y ofrecerle un sacrificio a Dios. Isaac le dijo a su padre, "El fuego y la leña están aquí, pero ¿dónde está el cordero para la ofrenda?" (Ponga su mano en la oreja para que los niños digan, "¿¡Qué qué!?") 

Abraham le respondió a Isaac y dijo: "Dios proveerá el cordero".

Siguieron caminando hasta que llegaron al lugar donde Dios le había dicho que fueran. Entonces Abraham construyó un altar y colocó la madera sobre él. Abraham estaba listo para darle a Dios lo que más amaba. (Ponga su mano en su oído para que los niños digan, "¿¡Qué qué!?")

Entonces Abraham miró y vio un carnero atrapado por sus cuernos en el matorral. Entonces Abraham tomó el carnero y lo ofreció como sacrificio a Dios. 

Abraham tenía fe en Dios y confiaba completamente en Él... y Dios proveyó el cordero... tal como Abraham le había dicho a Isaac que lo haría.

Cuando ponemos nuestra confianza en Dios, Él siempre provee.

Querido Dios, ayúdanos, como Abraham, a confiar plenamente en ti y tener fe en que tú proveerás. En el nombre de Jesús, amén.