El poder del amor de Dios

Cómo ves, hoy tenemos varios objetos metálicos pequeños. (Pase los objetos para que los niños puedan verlos). También tenemos un imán. Veamos cómo reaccionan los objetos metálicos con el imán. (Dirija a los niños en el experimento).

El imán tiene un gran poder y atrae muchos objetos hacia sí mismo. Esto me recuerda algo que Jesús enseñó acerca de sí mismo. La gente que seguía a Jesús pensaba que él había venido a establecer un reino terrenal. Pero Jesús vino a la tierra a morir por nuestros pecados para que pudiéramos unirnos a Él en su reino celestial. Aun así, como Jesús sabía que pronto sería crucificado, le dijo a sus seguidores: "Estoy muy preocupado... ¿Qué debo hacer? ¿Debo orar al Padre y pedirle que me salve?".

¿Cómo crees que le responderías? 

Jesús le dijo a la gente: "No, ésta es la razón por la que he venido, y cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mi mismo". La Biblia nos dice que les dijo eso para que supieran cómo él iba a morir.

El poder de atracción de este imán es muy fuerte, pero no se puede comparar con el poder de atracción de Jesús. Cuando vemos Su gran amor, somos atraídos hacia Él. Él murió voluntariamente en la cruz para pagar el precio de nuestro pecado y cuando confiamos en Él, recibimos el derecho de convertirnos en hijos de Dios.

Incluso después de convertirnos en hijos de Dios, seguiremos pecando, y eso no le agrada a Él. Pero eso no significa que Él deje de amarnos. Él tiene el poder para atraernos de nuevo hacia él. No hay poder más fuerte que el amor de Jesús.

Amado Dios, te damos las gracias porque Jesús estuvo dispuesto a ser levantado en la cruz para que pudiéramos tener vida eterna. En el nombre de Jesús, amén.