Sermón

En el cielo por siempre

Tema

El cielo y la resurrección.

Objetos

Un libro de chistes y adivinanzas

Escritura

Lucas 20:27-40

Sermon para niños: En el cielo por siempre (20:27-40)

Sabes lo que es una adivinanza, ¿verdad? Es como un rompecabezas pero de palabras, una pregunta que te hace pensar. A veces las adivinanzas son divertidas. Puede que hayas oído esta: "¿Por qué la gallina cruzó la carretera?" La respuesta es: "Para llegar al otro lado". Aquí tienes un par de adivinanzas divertidas.

P: El padre de María tiene cuatro hijos; tres se llaman Nana, Nene y Nini. ¿Cómo se llama el cuarto hijo?

R: ¡María! (Quizá tenga que explicar la respuesta).

P: ¿Qué está lleno de agujeros, pero sigue reteniendo agua?

R: ¡Una esponja! (Quizá tenga que enseñar una esponja).

Las adivinanzas existen desde el tiempo de Jesús. Quizá desde hace más tiempo. Un día, un grupo de saduceos, líderes religiosos que no creían en el cielo, se acercó a Jesús.

Los saduceos intentaban engañar a Jesús para que reconociera que la gente no podía vivir con Dios en el cielo. Le pidieron que respondiera a este acertijo: "La ley de Moisés dice que si un hombre muere dejando esposa pero no hijos, su hermano debe casarse con la viuda y tener un hijo que lleve el nombre del hermano. Pues bien, supongamos que hubiera siete hermanos. El mayor se casó y luego murió sin hijos. Entonces el segundo hermano se casó con la viuda, pero también murió. Entonces el tercer hermano se casó con ella. Esto continuó hasta que los siete hermanos se casaron con la misma mujer. Finalmente, la mujer también murió. Así que dinos, ¿de quién será la mujer después de la resurrección, ya que los siete estaban casados con ella?"

Vaya, este es un acertijo complicado, ¿verdad? Escucha la respuesta de Jesús.

Jesús dijo: "El matrimonio es para las personas aquí en la tierra. Pero en el siglo venidero, los que resuciten de entre los muertos no se casarán. No solo eso, sino que no volverán a morir. Vivirán para siempre como hijos de Dios". (Lucas 20:36)

Después de que Jesús respondiera tan sabiamente al acertijo, nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Ahora, tú y yo sabemos que Jesús nos prometió que si le amamos y confiamos en Él, viviremos para siempre en el cielo con Él. ¿No es triste que algunas personas no crean en el cielo?

Amado Padre, hoy nos gozamos porque nos has prometido la vida eterna en el cielo. ¡Gracias porque el cielo va a ser asombroso! En el nombre de Jesús, amén.