Sermón
Juego del Pareo en el
Tema
Dando gracias por nuestras madres las cuales nos han dado un buen ejemplo de fe en Dios.
Objetos
Algunos pares de madres y niños de su congregación. Tendrán que planificar esto por adelantado para asegurarse que los que piensa utilizar estarán presentes. Escoja niños que se parezcan físicamente a sus madres. Escoja a alguien de su congregación que le ayude y que no conozca a los niños. (Alguien que sea nuevo/a en su congregación.
Escritura
"Traigo a la memoria tu fe sincera, la cual animó primero a tu abuela Loida y a tu madre Eunice, y ahora te anima a ti. De eso estoy convencido" (2 Timoteo 1:5 - NIV).
Ya que hoy es el Día de las Madres pensé que sería divertido jugar un juego de parear en este día. He escogido varios de ustedes para que me ayuden en el juego. Cuando llame su nombre, por favor venga y pónganse aquí al lado. (Nombre a los niños que ha escogido). Ahora deseo que las mamás de estos niños se paren detrás de uno de los niños, pero que no sea su hijo.
Le he pedido a la Sra. Pérez que me ayude a jugar este juego. La he escogido pues ella es nueva en nuestra congregación y no les conoce. Ahora, Sra. Pérez, deseo que mueva estos niños hasta que usted crea que cada niño esta parado frente a su madre. (Dele tiempo para que lo haga).
Bien, Sra. Pérez, ¿cree que los ha pareado correctamente? ¿Desea hacer algunos cambios? Para ver si los niños han sido pareados correctamente le voy a pedir a cada uno de estos niños que le de un abrazo bien grande a su mamá. ¡Miren ésto! La Sra. Pérez los ha pareado perfectamente. (Si no, puede explicar que alguno de nosotros no nos parecemos a nuestras madres). ¿Saben cómo la Sra. Pérez pudo hacer el pareo? Fue porque estos niños se parecen mucho a sus madres. Gracias Sra. Pérez.
En la Biblia hay una carta que el Apóstol Pablo le escribió a un joven llamado Timoteo. En su carta alabó a Timoteo por su gran fe en Dios. Le indicó que había visto esa misma fe en su abuela y en su mamá. No hay duda que Timoteo había desarrollado su fe al observar a estas dos creyentes.
Muchos de ustedes están en este lugar hoy debido a la gran fe demostrada por sus madres. Ella les ha traído hoy porque desea que desarrollen esa misma clase de fe en Dios. Desea que otros les miren y vean la gran fe que hay en ustedes y que hay en ella.
Hoy damos gracias por nuestras madres y por la fe que crece en nosotros mientras observamos el ejemplo dado por nuestras madres creyentes.
Padre celestial, te damos gracias por nuestras madres y por el ejemplo que nos han dado. Ayúdanos a vivir de tal manera que otros puedan ver la misma fe en nosotros que ven en ellas. Amén.