Sermón
La Transfiguración
Tema
El rostro de Jesús muestra la gloria de Dios.
Objetos
Bolsa Ziploc de un cuarto de galón; Aceite para bebés; Pintura amarilla que brilla en la oscuridad; Agua caliente; Linterna de luz negra
Escritura
Mateo 17:1-9
Actividades + recursos
Sermon para niños: La Transfiguración (Mateo 17:1-9)
(Mezcle un cuarto de taza de agua tibia con 1 cucharadita de pintura que brilla en la oscuridad. Mezcle hasta que la pintura esté totalmente combinada. Llene la bolsa Ziploc con un tercio de aceite para bebés. Selle bien la bolsa.)
En la lección bíblica de hoy, ocurrió algo que se llama la «transfiguración». Transfiguración sucede cuando algo cambia de apariencia para ser más hermoso. Esta bolsa nos va a ayudar a aprender sobre la transfiguración. (Muéstreles a los niños la bolsa de aceite).
La Biblia nos cuenta que un día Jesús tomó a tres de sus discípulos, Pedro, Santiago y Juan, y subió a una montaña a orar. Mientras Jesús oraba, su rostro cambió y sus ropas se volvieron blancas y brillantes.
La Biblia nos cuenta que un día Jesús tomó a tres de sus discípulos, Pedro, Santiago y Juan, y subió a una montaña a orar.
Mientras Jesús oraba, su rostro cambió y sus ropas se volvieron blancas y brillantes. (Abra la bolsa y vierta la pintura en ella. Use el cierre hermético para cerrar la bolsa).
De repente, aparecieron Moisés y Elías y empezaron a hablar con Jesús. Pedro y los demás se habían quedado dormidos y, cuando se despertaron, vieron a Jesús y a los otros dos hablando. (Mezcle la pintura y el aceite). ¡Estaban asombrados por aquel maravilloso espectáculo!
(Apague las luces. Y encienda la linterna de luz negra para mostrar la pintura en la bolsa). ¡Qué experiencia tan increíble ¿Sabes por qué cambió el rostro de Jesús y sus ropas se volvieron blancas y brillantes? ¡Fue porque estaban en presencia de Dios!
(Encienda las luces y apague la linterna). En una de sus cartas a la iglesia de Corinto, el apóstol Pablo dijo: «Porque Dios, que dijo: "Haya luz en las tinieblas", ha hecho brillar esta luz en nuestros corazones para que conozcamos la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo».
Tú y yo tenemos muchas experiencias maravillosas en nuestro caminar diario con Jesús. Los demás pueden ver que tenemos el amor de Jesús en nuestro corazón al ver su reflejo brillando en nosotros.
Amado Dios, gracias por el gozo que experimentamos en Jesucristo. Ayúdanos a reflejar esa alegría en nuestros rostros brillantes y resplandecientes. En el nombre de Jesús, amén.