Una transformación extrema

Hay un programa de televisión llamado "Transformación extrema". ¿Alguna vez lo has visto? "En este programa, las personas que no se sienten contentas con su aspecto se someten a una transformación extrema. El programa de televisión le ofrece a las personas un "cambio de imagen extremo" y les promete que se verán y se sentirán mejor consigo mismos cuando finalice la transformación. (Sostenga las fotos del antes y el después). Los cambios extremos también suceden en las casas, en las habitaciones que antes estaban sucias y ahora están super limpias, y a veces incluso en nuestros coches cuando los lavamos. ¿Se te ocurren otros lugares en los que vemos "transformaciones extremas"? (Haga una pausa para escuchar las respuestas). 

En la Biblia hay muchos ejemplos en los que Jesús transforma a otros de forma extrema. La gran diferencia es que a Jesús no le preocupaba cambiar el aspecto de una persona, sino lo que había en su interior. Cuando Jesús transformaba a alguien de forma extrema, lo hacía de adentro hacia fuera. Nuestra lección bíblica de hoy trata de una de las personas a las que Jesús transformó por completo.

Jesús y sus discípulos navegaron por el lago de Galilea. Cuando llegaron a la orilla y se bajaron de la barca, se encontraron con un hombre que estaba poseído por demonios. Llevaba muchos años sin hogar, estaba desnudo y vivía en un cementerio a las afueras de la ciudad. En cuanto vio a Jesús, se postró ante él y gritó: "¡Te ruego que no me tortures!". Lo dijo porque Jesús ya les había ordenado a los demonios que salieran de él y el hombre estaba totalmente controlado por los demonios.

Resulta que había una manada de cerdos cerca. Los demonios rogaron a Jesús para que les dejara entrar en los cerdos, y Él les dio permiso. Cuando los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, toda la manada de cerdos corrió por la ladera de la colina hacia el lago y se ahogó. Los que cuidaban a los cerdos vieron lo ocurrido y fueron al pueblo a contar lo que habían visto. La gente del pueblo salió a ver por sí misma y encontró al hombre que había sido poseído por los demonios sentado a los pies de Jesús. Estaba completamente vestido y ya no estaba poseído por los espíritus malignos. La transformación del hombre estaba completa.

Jesús sigue transformando personas hoy en día. Si ponemos nuestra confianza en Jesús y le invitamos a entrar en nuestro corazón, Él transformará nuestra vida. La Biblia dice: "Si alguien está en Cristo, es una nueva creación; lo viejo ha desaparecido, lo nuevo ha llegado". (2 Corintios 5:17) ¡Esa sí que es una transformación extrema!

Amado Padre, gracias por la nueva vida que tenemos en Jesús. Amén.