Sermón
Jacob lucha con Dios
Tema
Nos sometemos a la voluntad de Dios.
Objetos
Biblia; cubos de hielo, todos aproximadamente del mismo tamaño (1 por niño y 1 para el líder); tazón; popotes; sal; toallas de papel; un secador de pelo y acceso a la electricidad
Escritura
Génesis 32:22-31
Actividades + recursos
Ponga los cubos de hielo en un tazón y manténgalos congelados hasta que esté listo para usarlos. Coloque el resto de los suministros. Mantenga el secador de pelo fuera de la vista hasta que lo use. Necesitará estar cerca de una toma de corriente.
¿Alguna vez han visto un combate de lucha libre? La lucha es un deporte popular en todo el mundo. Los luchadores tienen que ser fuertes y estar decididos a ganar. Sin embargo, la lucha no es un invento moderno. Es uno de los deportes más antiguos del mundo y se remonta a miles de años atrás.
Pídale a todos los niños que le muestren su mejor pose y cara de luchador.
En la lección bíblica de hoy, Jacob pasó toda una noche luchando con un ángel de Dios. Después de una noche entera de lucha, el ángel de Dios le dijo a Jacob que se alejara. Cuando Jacob terminó de luchar, salió de la lucha con un nuevo nombre y cojera ya que se había herido la cadera.
A veces también luchamos con Dios. Puede que queramos hacer las cosas a nuestra manera en vez de a su manera. ¿Cuándo se te hace difícil obedecer a Dios? (Déle tiempo a los niños para que respondan).
Déle a cada niño una toalla de papel. Explíquele a los niños que ahora ellos estarán a cargo. Cada uno de ellos tendrá que elegir la forma en la que cree que puede derretir más rápidamente un cubo de hielo. Pueden usar un popote para soplar aire caliente sobre él, espolvorear sal sobre él, o sostenerlo para tratar de derretirlo más rápidamente. Pase los materiales para que los niños puedan elegir y luego distribuya los cubos de hielo.
Déle a los niños un minuto para que intenten derretir su cubo de hielo usando el método que hayan elegido. Mientras tanto, encienda el secador de pelo y sople aire caliente sobre el cubo de hielo.
Dígales que se acabó el tiempo, y luego compare los esfuerzos de cada uno.
¿Cómo se compara el método de ustedes con el mío para derretir el cubo de hielo? ¿Por qué mi manera fue más efectiva?
Mi cubo de hielo se derritió mucho más rápido porque tenía más potencia. Y con el poder de Dios, podemos hacer cosas más grandes. Podemos dejar de hacer las cosas a nuestra manera. Podemos rendirnos ante la voluntad de Dios y confiar en que Él sabe más.
Amado Dios, por favor ayúdanos a recordar que tú eres el que sabe lo que es mejor para nosotros. Podemos rendirnos ante tu voluntad y confiar en ti. En el nombre de Jesús, amén.