Sermón
La luz del mundo
Tema
Jesús es la única luz verdadera. Nosotros somos sus testigos.
Objetos
Una línea de luces navideñas; papel de construcción; tijeras; bolígrafos - uno por niño; cinta
Escritura
Juan 1:6-8, 19-28
Actividades + recursos
Corte círculos con la cartulina para simbolizar las luces. Hágalos lo suficientemente grandes para que los niños puedan escribir una o dos palabras en ellos.
Apague las luces de la habitación y conecte las luces de Navidad para que iluminen la habitación.
En nuestra lectura bíblica de hoy, aprendemos que Dios envió a un hombre, Juan el Bautista, para hablar de la luz: Jesús, para que todo el mundo creyera. Juan no era la luz. Sólo vino a hablarle a los demás sobre la luz. Jesús es la única luz verdadera que nos ilumina a todos. Pensemos en luces en nuestra vida que nos ayuden a pensar en eso.
¿Cuándo necesitas la luz o para qué la necesitas? Motive a los niños para que intenten trabajar en equipo para que puedan decir un uso que le dan a la luz por cada bombilla de la línea de Navidad.
En esta época del año, las luces que vemos por todas partes nos recuerdan sobre la venida de Jesús, la verdadera luz de la que Juan habló. Date la vuelta y usando solo una frase, cuéntale a un compañero sobre las luces navideñas más geniales que hayas visto. Permita que los niños compartan.
Esas luces pueden ayudarnos a recordar que Jesús es la única luz verdadera en nuestros corazones y en nuestras vidas. Jesús es la luz que vino para alumbrar la oscuridad de este mundo. Piensa en la forma en la que Jesús trae la luz a tu corazón y a tu vida, y escribe una palabra para decir lo que piensas en una bombilla de papel de construcción.
Dele a los niños bombillas de papel de construcción y tiempo para escribir. Cuando terminen, pídales que peguen las bombillas de papel entre las bombillas reales de la línea.
Oremos y agradezcamos a Dios por Jesús, la luz del mundo.
Amado Dios, gracias por enviar a Jesús a este mundo. Estamos agradecidos por la luz que Él trae a nuestras vidas: la esperanza, la alegría, el amor y la paz que Él nos trae. En el nombre de Jesús, amén.