Sermón

María tenía un corderito

Tema

María tuvo un bebé, el Cordero de Dios

Objetos

na ovejita de peluche

Escritura

"No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor --le dijo el ángel--. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús" (Lucas 1:30-31 - NVI).

Muchos años atrás, una mujer llamada Sarah Hale escribió uno de los más queridos poemas de niños jamás escrito. Muchos de ustedes probablemente conozcan ese poema. Es "María tenía un corderito". Va así:

María tenía un corderito
Con lana como la nieve.
Y doquiera que María iba
El cordero la seguía.

La Navidad está cerca ya, el día en que celebramos el nacimiento de Jesús. En la lectura de hoy, hemos leído acerca de un ángel que se le apareció a María y le dijo que ella tendría un niño y que le llamaría Jesús. A veces, a Jesús se le llama el "Cordero de Dios", y como la madre de Jesús se llamó María, pensé leerles un nuevo poema titulado "María tenía un corderito". Puede ser que nunca llegue a ser tan popular como el el poema original, pero puede ayudarnos a recordar el verdadero significado de la Navidad.

María tenía un corderito

María tenía un corderito
Nacido en Navidad
Lo puso en el pesebre
A dormir en el pajar.

Ángeles llenaron el cielo
Y comenzaron a cantar.
Los pastores del campo oyeron
El nacimiento de un Rey proclamar.

Hombres sabios vieron la estrella
Que brillaba más que las demás.
La siguieron hasta que encontraron
Al Rey de amor y de paz.

María tenía un corderito
Que no le pertenecía,
Pues era el Hijo de Dios,
El que siempre nos querría.

El Padre del corderito
Al mundo tanto amó
Que para que su toque sintiéramos
A su único Hijo envió.

Vino a darnos gozo y paz
Y a quitar nuestro pecado.
Y al Él tocar tu corazón,
Entrar al mismo debes dejarlo.

¿Porqué amo tanto a ese cordero?
¿Cuál será la verdadera razón?
La contestación muy fácil es:
Porque Él me amó primero.

Querido Señor, gracias por enviarnos a tu precioso Cordero para que quitara nuestro pecado. Ayúdanos a recordar, mientras celebramos Su cumpleaños, que Él ha sido el mejor regalo de todos. En el nombre de Jesús oramos. Amen.