Sermón
Tomás una vez dudó, pero ahora cree
Tema
Jesús ha resucitado. ¡Créalo o no!
Objetos
Una copia del libro de Robert Ripley "Aunque usted no lo crea". Puede conseguirlo en una biblioteca pública o en una librería. De no conseguirlo puede usar los ejemplos del sermón sin tener la copia.
Escritura
Juan 20:19-31
Actividades + recursos
Sermon para niños: Tomás una vez dudó, pero ahora cree (Juan 20:19-31)
Este es un libro muy interesante. Se llama "Aunque usted no lo crea" y está escrito por Robert Ripley. El Sr. Ripley gozaba coleccionando informaciones raras y sorprendentes las cuales aunque parecían increíbles, eran verdaderas. Publicó por primera vez esos hechos reales como caricaturas en un periódico, pero vinieron a ser tan populares que se publicaron en forma de libro, se divulgaron por radio y en programas de televisión y también se hizo una cadena de museos de "Aunque usted no lo crea". Déjenme leerles algunos ejemplos de las cosas increíbles que encontrarán en su libro.
¡Joann Barnes, una quinceañera de California, pudo mover sesenta y ocho hula-hoops con su cuerpo a la misma vez! ¿Puedes creer eso? Yo ni siquiera puedo mover uno a la vez. ¡Creo que tendría que ver eso para creerlo!
Escucha este. Un hombre llamado James Cook tuvo una gallina que puso un huevo perfectamente cuadrado. Yo he visto huevos blancos, marrones y aún con manchitas, pero nunca he visto un huevo cuadrado. ¿Lo has visto tú? ¡Creo que tendría que verlo para creerlo!
Estoy seguro que no sabes de este. La salchicha más grande del mundo tenía más de 3,000 pies de largo, pesaba 885 libras y 103 carniceros tuvieron que cargarla para poderla mover. ¡Eso es un montón de salchicha! No sé si creer eso o no. De hecho, este libro está lleno de cosas que son difíciles para creer. Pero, ¿sabes qué? ¡Si algo es cierto, es cierto, lo crea yo o no!
En el domingo que Jesús resucitó, se le apareció a un grupo de sus discípulos. Uno de los discípulos, cuyo nombre era Tomás, no estaba con ellos. Cuando los discípulos le dijeron a Tomás que habían visto a Jesús y que estaba vivo, Tomás dijo: "No lo creeré hasta que lo vea con mis propios ojos. Deseo poner mi dedo en la marca de los clavos de sus manos y mi mano en su costado".
Una semana más tarde, Tomás vio a Jesús. Jesús invitó a Tomás a que tocara el lugar en sus manos donde habían estado los clavos. Le dijo también que pusiera su mano en la herida que tenía en el costado. ¡Entonces Tomás creyó! Jesús le dijo: "Porque me has visto, has creído; dichosos los que no han visto y sin embargo creen".
Hay muchas personas que no creen que Jesús resucitó de la tumba porque no le han visto con sus propios ojos. ¿Sabes qué? ¡Es cierto ya sea que lo crean o no! Tú y yo nunca hemos visto a Jesús, pero tenemos que aceptarlo por fe. La pregunta es, ¿creerás o no?
Padre celestial, ayúdanos a aceptar por fe que Jesús ha resucitado de la tumba y que vive. Ayúdanos a creer, porque es cierto, creámoslo o no. En el nombre de Jesús oramos. Amén.