Sermón
La vid verdadera
Tema
Para dar fruto, tenemos que estar conectados a Jesús.
Objetos
Una lámpara; una extensión; una rama de árbol
Escritura
Juan 15:1-8
Actividades + recursos
Sermon para niños: La vid verdadera (Juan 15:1-8)
Estoy seguro de que todos conocen la canción "Esta lucecita mía". Voy a cantarla, y quiero que ustedes la canten. Mientras lo hacemos, levantaré esta luz y la haré brillar por todos lados. (Comience a cantar la canción, pero deténgase cuando note que la luz no brilla). ¿Qué pasa? Mi luz no brilla. (Espere hasta que alguien se dé cuenta de que no está enchufada). Oh, el problema es que mi luz no está enchufada. (Enchufe la lámpara).
Ahora que estamos enchufados, vamos a intentarlo de nuevo. (Dirija a los niños para que canten).
Esta vez fue mucho mejor ya que la lámpara brillaba con mucha intensidad. Es bastante difícil que una luz brille cuando no está conectada a la fuente de energía. En realidad, no solo es difícil; ¡es imposible!
Esto me recuerda a algo que dijo Jesús en la Biblia. Les contó a sus discípulos una historia para ayudarles a entender por qué es importante estar conectados a Él. Pero no utilizó una lámpara. En su ejemplo había una vid. Una vid es una planta con muchas ramas que salen de ella. Las ramas tienen fruta en ellas. Así que las vides tienen uvas en ellas.
Piensa en una rama que se ha caído de un árbol o una vid. (Sostenga la rama del árbol). ¿Qué le ocurre? Se marchita y muere. No puede volver a dar frutos; no sirve para nada, excepto para hacer leña. (Descarte la rama rota del árbol).
Jesús dijo: "»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada (Juan 15:1-8)". Jesús quiere que demos fruto. Él quiere que demos buenos frutos como la bondad, la generosidad y la fidelidad. Sobre todo, quiere que amemos a los demás como Él nos ha amado.
Pero no podemos hacerlo solos. Al igual que la lámpara debe estar conectada antes de que su luz pueda brillar, y al igual que las ramas deben estar conectadas a la vid antes de que puedan producir fruto, tú y yo debemos permanecer conectados a Jesús para producir el buen fruto que Dios espera de nosotros.
Amado Dios, ayúdanos a recordar que necesitamos estar conectados a Jesús si queremos producir el tipo de fruto que Tú esperas. En el nombre de Jesús, amén.