Sermón

La X señala el lugar

Tema

Encontramos nuestro tesoro en la cruz.

Objetos

Un mapa de un tesoro escondido que puede hacer usted mismo y una cruz de madera.

Escritura

"El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo" (Mateo 13:44 – NVI).

Hubo un tiempo en el cual cuando alguien tenía algo de gran valor lo enterraba para que nadie lo encontrara y se lo llevara. Desde luego, siempre había el riesgo de que uno se olvidase de donde estaba enterrado el tesoro, así que para asegurarse de saber dónde estaba, muchas veces hacían un mapa como este. Usualmente marcaban el lugar en el cual se encontraba el tesoro con una "X" como esta que está aquí. De ahí es que viene la expresión "La X señala el lugar".

¿Has soñado alguna vez en haber encontrado un mapa antiguo y llegado al lugar donde el pirata ha enterrado el baúl lleno de oro? Bueno, esta mañana deseo contarles acerca del tesoro que tiene más valor que un baúl lleno de oro y te diré cómo llegar a él.

Jesús dijo una vez: "El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo." Si deseas encontrar el tesoro del cual Jesús estaba hablando, quizás la Biblia pudiera ser el mapa que te lleve a ese tesoro. La Biblia contiene mucha información en ella, pero en ocasiones es difícil para nosotros entenderla, así que ¿cómo puedes saber dónde se encuentra el tesoro? Eso es fácil porque "la X señala el lugar." (Enseñe la cruz en un ángulo que semeje la letra X.) Jesús murió en la cruz para que tú y yo podamos entrar el reino celestial. Cuando miras hacia la cruz y pones tu confianza en Jesús, el tesoro será tuyo.

El entrar al reino de los cielos es el tesoro mayor que uno puede desear. Es más precioso que la plata, oro o joyas. Por eso es que Jesús nos llama a que le demos todo lo que tenemos y le sigamos.

Querido Jesús, nada que tengamos puede compararse al reino de los cielos. Ayúdanos a confiar en ti para que podamos encontrar ese tesoro de tanto valor. En su nombre oramos. Amén.