Jesús ama a todos

Tengo conmigo un paquete de dulces de chupar. Como pueden ver son de muchos sabores diferentes. Hay de limón, cereza, uva, melón de agua, china y de caramelo de mantequilla, por aquello de nombrar algunas. A veces le doy de estos caramelos a los niños que vienen a la Escuela Bíblica los domingos. Una cosa que he notado es que cuando le permito a los niños escoger el dulce, cada uno de ellos es muy quisquilloso con respecto al sabor que desea. EL FAVORITO APARENTA SER EL DE LAS FRESAS AZULES. ¡No creo que sea porque a los niños les guste el sabor, sino porque su boca se torna azul! Tal parece que siempre termino con los caramelos de mantequilla cuando todos los demás se han terminado. Por alguna razón los niños escogen, muy pocas veces, los del sabor de caramelo de mantequilla.

No sé porqué los niños no le gustan ese sabor. Asumo que es porque el sabor de caramelo de mantequilla es diferente. Quizás no sea tan dulce como el de uva, el de cereza o alguno de los otros sabores, o tal vez sea que no les gusta el color del papel en el cual viene envuelto. ¿Saben lo que hago con los que sobran? ¡Me los como, pues me gustan todos los sabores!

Estos dulces de chupar me recuerda a los niños. ¿Han notado que cuando los niños juegan, hay niños que siempre son los últimos en ser escogidos? Por alguna razón los otros niños no tienden a escogerlos.

Necesitamos recordar que Jesús ama a todos los niños y dice que tú y yo debemos hacer lo mismo. Jesús dijo: " Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros". ¿Alguno de ustedes ha sido escogido en último lugar? Uno no se siente bien, ¿verdad? Pero si lo eres, debes saber que Jesús te ama tanto como ama a los demás.

Querido Señor, ayúdanos a recordar que tú nos has dicho que nos amemos los unos a los otros como tú nos has amado. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.