¿A favor o en contra de nosotros?

¿Perteneces a un club? Hay muchos clubs a los cuales los niños y niñas puedan pertenecer. Algunos de ustedes pueden pertenecer a un club como el de los Niños Escuchas o Niñas Escuchas los cuales les permiten ser una mejor persona y les animan a ayudar a otros. Hay clubes bíblicos como Awanas el cual te ayuda a aprender a cómo mejor amar y servir a Jesús. Puedes también pertenecer a un club de lectura el cual anima a los niños y niñas a desarrollar amor por la lectura. Estoy seguro que muchos de ustedes pertenecen a un club o grupo que les anima a participar en deportes tales como gimnacia o balonpié. Una cosa que he notado en estos clubes es que la mayoría de ellos tienen una gorra, una camisete, un alfiler con diseño o algo similar para que los niños y niñas puedan usarlo y así dejar saber a otros que pertenecen a ese grupo. Todos estos grupos hacen mucho bien y es maravilloso pertenecer a un grupo que hace bien a los demás y a uno también, ¿no es así?

Los primeros seguidores de Jesús pertenecían a lo que ellos pensaban era un grupo muy especial, ¡y así era! Sólo habían doce en ese primer grupo que seguía a Jesús. Se sentían muy bien siendo parte del equipo de Jesús. Sanaban a personas enfermas en el nombre de Jesús y les enseñaban acerca del Reino de Dios. Un día los discípulos vieron a alguien que no era parte de grupo haciendo cosas buenas en el nombre de Jesús. Creo que debieron sentirse felices de ver que otro estaban haciendo cosas buenas en el nombre de Jesús. ¿Pero se sientieron alegres? No, ellos le dijeron a la persona que dejara de hacer lo que estaba haciendo porque no eran parte del grupo especial.

Los discípulos pensaron que Jesús estaría muy contento con la acción que habían tomado, así que fueron donde él y le contaron lo que habían hecho. Para sorpresa suya, Jesús no se sintió contento. "No se lo impidan", replicó Jesús, "nadie que haga un milagro en mi nombre puede a la vez hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor de nosotros".

Es bueno pertenecer a un grupo, pero es especialmente bueno el ser parte de la familia de Dios. La familia de Dios es muy grande y hay muchos grupos diferentes que son parte de esta familia. Cada vez que vemos a alguien haciendo algo bueno en el nombre de Jesús, no debemos sentir celos. Debemos regocijarnos y sentir alegría porque "si no está contra nosotros, está a favor de nosotros".

Padre celestial, estamos agradecidos de ser parte de tu familia. Ayúdanos a regocijarnos y estar alegres cuando vemos otros miembros de tu familia haciendo cosas gratas. En el nombre de Jesús oramos. Amén.