Una palabra al sabio

¿Cuánto hace que escribiste una carta? Me refiero a una carta escrita a mano, sincera y con deseos de comunicarte. Casi no escribimos cartas en este tiempo, ¿no es así? Las cartas han sido reemplazadas por llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto y por redes sociales como twitter. Pero hubo un tiempo cuando las cartas eran la manera de mantenernos en contacto con amigos y familia. Recuerdo cuando fui a colegio. Todos los días iba al buzón de correo esperando encontrar una carta de alguien de casa. Esas cartas venían llenas de noticias de la familia y también buenos consejos de mamá y papá. Frecuentemente sugerían cosas como:

• No te quedes fuera hasta tarde.
• Descansa.
• Mantén tu cuarto limpio.
• Estudia mucho.
• Recuerda lo que te hemos enseñado.

La lección bíblica de hoy es una carta del apóstol Pablo a sus amigos en la iglesia de Éfeso. Pablo era un misionero y viajaba por muchos lugares estableciendo nuevas iglesias. Después de establecer cada iglesia, se mantenía en contacto con ellas a través de cartas. Trece libros del Nuevo Testamento son cartas escritas por Pablo a iglesias o personas que conoció en sus viajes misioneros. ¡Eso es casi la mitad del Nuevo Testamento! Pablo deseaba asegurarse que estuvieran haciendo las cosas que Dios deseaba que ellos hicieran y que estuvieran siguiendo las enseñanzas de Jesús.

Una de las grandes cosas de las cartas de Pablo es que, no sólo les daba buen conseojo a las personas a las cuales le estaba escribiendo, sino que ese consejo es útil para nosotros hoy. He aquí alguna de las cosas que Pable le dijo a la iglesia de Éfeso que también podemos seguir nosotros.

• Ten cuidado cómo vives.
• No seas necio, sino sabio.
• Saca el mayor provecho de cada oportunidad.
• No te emborraches con vino.
• Llénate del Espíritu Santo.
• Llena tu corazón de canto y música para el Señor.
• Dá gracias a Dios por todo.

El escribir cartas puede ser que no llegue a ser tan popular como era antes, pero damos gracias porque tenemos las cartas de Pablo. Están llenas de buenos consejos.

Padre, te damos gracias porque tu Espíritu Santo inspiró a Pablo a escribir esas cartas tan tremendas. Ayúdanos a leerlas y a seguir su consejo para que podamos vivir una vida agradable a ti. En el nombre de Jesús oramos. Amén.