¡Sorpresa! ¡Está vacío!

(Comience el sermón moviendo lentamente la manivela de la caja de sorpresas. Cuando salga el payasito, reaccione con mucha sorpresa).

¿Has jugado alguna vez con una caja de sorpresas? (En inglés la llaman Jack-in-the-box). Estoy seguro que lo has hecho. Las cajas de sorpresas han estado por cientos de sorpresas era uno de mis juguetes favoritos. Recuerdo estar sentado, moviendo la manivela, esperando el momento en que la tapa se abriría y Jack saldría. Aunque sabía lo que iba a pasar, siempre me sorprendía, y tal vez sentía hasta un poco de miedo cuando Jack saltaba de la caja.

La caja de sorpresa me recuerda una historia en la Biblia: La historia de una sorpresa muy especial.

Temprano en la mañana, en el domingo después de Jesús ser crucificado, dos mujeres fueron a la tumba donde Jesús había sido enterrado. Cuando llegaron encontraron que la piedra había sido removida de la entrada y la tumba estaba vacía. Se sorprendieron al encontrar una tumba vacía y se preguntaban qué sería de Jesús.

Mientras pensaban en esto, de momento, dos hombres con ropas brillantes, se le aparecieron a las dos mujeres. Ahora, no sólo estaban sorprendidas, sino también temerosas. Los hombres hablaron y dijeron: "¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! Tal como les dijo que haría".

Cuando las mujeres escucharon estas palabras, recordaron que Jesús les había dicho que sería crucificado, pero que resucitaría al tercer día. Ahora no se sentían tan sorprendidas al encontrar una tumba vacía. Corrieron a contarle a sus discípulos, y a todos los que vieron.

Algunas sorpresas, como el jugar con la caja de sorpresas, nos dan mucha alegría, ¡pero la mejor razón para estar alegres hoy es que la tumba está vacía, Jesús vive, y nos ama mucho! ¡Eso es lo que celebramos hoy!

Amado Padre, ¡te alabamos! ¡Jesús ha resucitado, como dijo que haría! Amén.