¿Limpio o impuro?

Hoy en día, la gente se preocupa mucho por tener las manos limpias. Mucha gente lleva paquetes de toallitas (muestre las toallitas) o desinfectante para manos (muestre el desinfectante para manos). Mantener las manos limpias es bueno, ¿verdad? (Invite a los niños a limpiarse rápidamente las manos usando uno de los productos). 

La Biblia nos cuenta acerca de unos fariseos que se acercaron a Jesús. A ellos les gustaba ser exigentes con las reglas. "Hemos notado que algunos de tus discípulos comen sin lavarse las manos", le dijeron a Jesús. "¿Por qué no siguen nuestra tradición de lavarse las manos antes de comer?".

" ¡Montón de farsantes!" respondió Jesús. "Isaías debía estar hablando de ustedes cuando dijo: 'Esta gente me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí'".

Entonces Jesús llamó a la gente para que se reuniera. "Escuchen todos. No es lo que entra en el cuerpo lo que  contamina, sino las malas palabras que salen de la boca. De sus corazones salen los malos pensamientos, la avaricia, el engaño y la envidia. Esto es lo que los hace impuros".

Los fariseos estaban más preocupados por tener las manos limpias que por tener un corazón limpio. ¿Somos nosotros diferentes? Nos esforzamos por mantener nuestras manos limpias, pero ¿guardamos nuestro corazón de los malos pensamientos? ¿Qué tipo de libros leemos? ¿Qué tipo de programas de televisión y películas vemos? ¿Qué tipo de lenguaje sale de nuestra boca?

Manos limpias o corazón limpio, ¿qué es más importante?

Dios, perdónanos por nuestros pensamientos impuros. Crea en nosotros corazones limpios para honrarte. En el nombre de Jesús, amén.