A los pies de Jesús

¡Buenos días! Hoy vamos a hablar mucho acerca de las distracciones y de prestar atención a lo que es realmente importante. (Sostenga su teléfono celular). ¿Alguna vez has intentado hablar con un amigo que estaba justo delante de ti, pero ese amigo estaba demasiado ocupado mirando su teléfono para prestarte atención? (Haga una pausa para escuchar las respuestas, y prepárese para contar su propia historia). 

• ¿Cómo te hizo sentir que otra persona estuviera demasiado distraída para escucharte?

Puede que nos sintamos decepcionados y frustrados cuando eso ocurre. Pero seamos sinceros... ¿Alguno de ustedes ha estado tan distraído que se ha olvidado de prestarle atención a un amigo? ¿O alguna vez has perdido de vista lo que estaba ocurriendo delante de ti? ¡Yo sé que sí! (Haga una pausa para responder y comparta su propia historia).

 Distraerse no es nada nuevo y los teléfonos no son las únicas razones por las que nos distraemos. Cuando Jesús caminaba por la Tierra, la gente no tenía teléfonos celulares como nosotros. Pero eso no impedía que la gente se distrajera. Nuestra lección bíblica de hoy cuenta la historia de una mujer que se distrajo, ¡incluso cuando Jesús era un invitado en su casa!

Jesús estaba en la aldea de Betania, donde vivían sus amigos María, Marta y Lázaro. Jesús fue a su casa a visitarlos. Marta le invitó a entrar y se puso a preparar la cena. Mientras ella estaba ocupada trabajando, su hermana María se sentó a los pies de Jesús y escuchó las palabras que Él tenía que decir. La Biblia dice que Marta estaba demasiado distraída con todos los preparativos que había que hacer para su invitado. Se enfadó con su hermana y se dirigió a Jesús y le dijo: —Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado hacer el trabajo sola? Dile que me ayude.

 —Marta, Marta —le contestó Jesús—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas, pero solo una es necesaria. María ha escogido la mejor, y nadie se la quitará. Marta estaba haciendo todo lo posible para que Jesús se sintiera bienvenido en su casa, pero María había descubierto algo aún más importante. Era sentarse a los pies de Jesús y recibir Sus palabras en su corazón.

Es importante que tengamos cuidado de no estar tan ocupados participando en actividades, incluso si son buenas, que se nos olvide pasar tiempo con Jesús y guardar sus palabras en nuestro corazón. Si nos distraemos demasiado, podemos perdernos lo más importante. 

Amado Jesús, ayúdanos a recordar que Tú eres lo más importante en nuestras vidas. No permitas que estemos tan ocupados con otras cosas que nos olvidemos de pasar tiempo contigo. Amén.