El precio es correcto

Hay un programa de televisión llamado "El precio es correcto" que ha estado en el aire por cincuenta años. Tal vez alguno de ustedes lo haya visto. En ese programa, se participa de varios juegos en los cuales se debe adivinar el precio correcto de diferentes artículos. En uno de los juegos los participantes tienen que acertar los precios correctos de los artículos.

Creo que sería divertido ver cuán bien puedes jugar "El precio es correcto," así que traje algunos artículos y etiquetas. Veremos si pueden acertar el precio de cada artículo. (Permita un tiempo para que estudien los artículos y los precios que usted trajo). Fue divertido, ¿no? como pueden ver no siempre es fácil decidir cuál es el precio correcto. Tienes que tener un buen sentido del valor de las cosas. Eso no es sólo verdadero al jugar "El precio es correcto" sino que es importante para la vida real.

Muchas personas están confundidos con lo que es realmente valioso en la vida. Por ejemplo, algunas personas pueden pensar que lo más importante es ser popular (reconocidos por muchas personas). Ellos tratarán de lograr la popularidad a toda costa y finalmente descubrirán que han pagado un precio muy alto por la popularidad.

Hay otras personas qe creen que el ser rico es lo más importante en la vida. Ellos estarían dispuestos a mentir, engañar y aún robar si es necesario hacerlo para llegar a ser ricos. Ellos se darán cuenta de que si el ser rico es más importante que ser honesto, entonces el precio es muy alto.

Jesús no deseaba que estuviésemos confundidos acerca de lo que es importante en la vida. Un día él enseñó una lección acerca de qué es importante en la vida. Él enseñó que el dedicar tu vida a la búsqueda de riquezas, felicidad y popularidad te hará sentir vacío.

Entonces, ¿qué es lo más importante? Jesús enseñó que la recompensa mayor viene cuando le sigues y lo haces el Señor de tu vida. Pero tiene un precio. Él advirtió que otras personas pudieran no simpatizar contigo, podían no desear ser amigos tuyos y aún hablar mal de tí. Pero no te preocupes. Jesús dijo que tendrás tu recompensa en el cielo. Eso es lo que tiene el precio más alto de todo, pero ¡Jesús pagó el precio!

Querido Jesús, no hay cosa mejor que el conocerte y seguirte. Gracias por pagar el precio para que los que te sigan obtengan la recompensa: vida eterna en el cielo. Amén.