La visita de un ángel

¿Qué pones en la parte de arriba del árbol de Navidad? Algunas personas ponen una estrella y eso está bien. Después de todo, una estrella especial tuvo un papel muy importante en la historia de Navidad. A algunas personas les gusta poner un ángel y eso está bien también porque los ángeles al igual que la estella jugaron un papel muy importante en la historia de Navidad.

Como probablemente sepan, los ángeles son los mensajeros de Dios. Hoy deseo contarles acerca de un ángel muy importante llamado Gabriel. Muchos años atrás, el ángel Gabriel fue enviado por Dios para llevar un mensaje a una virgen joven llamada María que estaba comprometida para ser casada con un hombre llamado José.

El ángel se le apareció a María y dijo: "¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo."

María se sintió temerosa y confundida con el saludo del ángel. "No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor," le dijo el ángel. "Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. "

María le preguntó al ángel: "¿Cómo podrá suceder esto, puesto que soy virgen?"

Él ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios."

"Aquí tienes a la sierva del Señor," contestó María. "Que Él haga conmigo como me has dicho."

Dios pudo haber escogido a cualquier otra mujer para dar a luz a Jesús, pero escogió a María, una joven virgen viviendo en la pequeña aldea de Nazareth. Ella no era muy importante para los hombres, pero ella era importante para Dios, y Él la escogió para hacer lo más importante que una pudiera imaginarse; la escogió para dar a luz a su Hijo. Dios todavía escoge a gente común para llevar a cabo tareas importantes. Él nos ha dado a ti y a mí la tarea de compartir las buenas nuevas de Jesús y su amor para todo el mundo. "Vayan y hagan discípulos de todas las naciones" (Mateo 28:19). ¿Puedes imaginarte una tarea más importante que esta? Este año, mientras celebramos el nacimiento de Jesús, hagamos como María, contestemos al llamado de Dios. "Aquí tienes al siervo del Señor. Que él haga conmigo como desee."

Amado Padre, te damos gracias por esta historia de cómo enviaste al angel Gabriel para que llevara tu mensaje a María. También te damos gracias de que nos has dado la tarea de llevar el mensaje de Jesús y de su amor a todo el mundo. En el nombre de Jesus’ oramos. Amén.