¡Cuidado! Falsos Maestros Cerca

Los vemos todos los días, letreros que nos alertan sobre el peligro. Si estás caminando por la calle y pasas por una casa que tiene en su portón el letrero "Cuidado con el perro", ¿qué haces? ¿Abres la puerta y entras a ver si hay un perro peligroso allí? No creo. ¡Creo que te mantendrás fuera de ese patio!

Si ves un letrero que dice "Peligro, alto voltaje", ¿crees que es un sitio seguro para volar tu chiringa (volantín o cometa)? No, no creo que ese sea un buen lugar para acercarse, ¿no lo crees tú?

Si estás caminando en la cafetería de la escuela y ves el letrero "Cuidado, piso mojado", ¿qué debes hacer? Si eres sabio, irás con calma y caminarás con mucho cuidado para no caer y hacerte daño.

Es bueno que tengamos letreros o advertencias de peligro. Ellos nos ayudan a mantenernos seguros y seríamos muy tontos si los ignoráramos.

Un día Jesús les dio a sus discípulos una advertencia. Le dijo que tuvieran cuidado de no permitir que los falsos maestros los engañaran. "No dejen que persona alguna los engañe", les dijo. "Muchos vendrán diciendo ser el Mesías y algunos los seguirán".

Imagínate que ves a un hombre parado en una esquina de la calle aguantando un letrero que dice "¡Peligro! El fin se acerca". Él estaba predicando a las personas que pasaban por allí. Indicaba que sabía el día y la hora en que el mundo terminaría. Habló de guerras, temblores de tierra, hambrunas e indicaba que todas estas cosas eran señales de que el mundo se iba a acabar pronto. Jesús nos advirtió sobre esas personas también. "Cuando escuchen sobre guerras y rumores de guerras, mantengan su mente clara y no sientan pánico. Sí, esas cosas pasarán, pero no quiere decir que el fin ha llegado".

Cuando veas y escuches personas diciendo saber cosas que sólo Dios sabe, recuerda la advertencia de Jesús. Cuando alguien dice ser el Mesías, no dejes que te engañe. Pon tu confianza y fe en Jesucristo y no pierdas el control. Mantente firme en la Santa Palabra de Dios.

Querido Padre, ayúdanos a estudiar tu Palabra y guardarla en nuestros corazones para que no seamos engañados por aquellos que tratan de llevarnos por el camino equivocado. En el nombre de Jesús oramos. Amén.