Día de los Caídos

Sermon para niños: Día de los Caídos (1 Corintios 7:23-24, Juan 15:13)

Esta mañana traje una bandera de Estados Unidos en honor a una ocasión muy especial que conmemoramos esta semana. ¿Cuántos de ustedes saben cuál es la ocasión? (Haga una pausa para responder). El lunes celebraremos el Día de los Caídos. El Día de los Caídos es un día en el que hacemos una pausa para recordar y honrar a los militares que han muerto luchando por defender nuestra libertad.

Pregunta: Habla de algunas libertades que tenemos por vivir en EEUU.

Disfrutamos de mucha libertad en nuestro país. Somos libres para ir a la iglesia y adorar a Dios. Somos libres de elegir lo que queremos ser cuando seamos grandes. Somos libres de elegir dónde queremos vivir. Y somos libres de elegir la mayoría de las cosas que afectan nuestra vida cotidiana. Pero esa libertad no es gratuita. Muchos hombres y mujeres valientes han dado su vida para pagar el precio por la libertad que tú y yo disfrutamos cada día. Cuando celebramos el Día de los Caídos, les rendimos homenaje.

De la misma forma en la que tantos hombres y mujeres valientes sacrificaron sus vidas por nuestra libertad aquí en la Tierra, Jesús también sacrificó Su vida por nuestra libertad.

De hecho, la mayor libertad que tenemos es la libertad que tenemos en Jesús. La Biblia nos enseña que la pena por el pecado es la muerte, pero tú y yo hemos sido liberados de esta pena. Hemos sido liberados porque Jesús pagó el precio por nosotros. En lugar de la muerte, Jesús nos ha dado vida eterna. Esta libertad no fue gratuita, Jesús pagó el precio.

Esta semana, al celebrar el Día de los Caídos, recordemos hacer una pausa y dar gracias a Dios por los que han pagado el precio de nuestra libertad. Recordemos también dar gracias a Dios por Jesús, quien nos ha liberado de la pena por el pecado, porque estuvo dispuesto a pagar el precio por nosotros.

Amado Dios, gracias por la libertad que podemos disfrutar. Te damos gracias por quienes pagaron el precio por esa libertad, pero aún más importante, te damos gracias por la libertad que tenemos gracias a que Jesús estuvo dispuesto a pagar el precio por nuestro pecado. En el nombre de Jesús, amén.