Deja que los niños vengan

Sermon para niños: Deja que los niños vengan (Marcos 10:2-16)

¿Cómo viniste a la iglesia esta mañana? (Haga una pausa para las respuestas).

Imagino que la mayoría vinieron con sus padres. Quizá otros vinieron con los abuelos. Algunos niños pueden haber venido con tías, primos o un hermano mayor. Quizá un profesor de la escuela dominical o un amigo los trajo a la iglesia. Una cosa de la que estoy bastante seguro es que, a menos que vivas lo suficientemente cerca como para venir caminando a la iglesia, alguien tuvo que traerte. No creo que ninguno de ustedes tenga edad suficiente para conducir su propio automóvil, ¿verdad? (Haga una pausa). ¡No lo creo!

Es estupendo que alguien se haya preocupado lo suficiente por ustedes como para traerlos hoy a la iglesia. Eso me dice que esa persona quería asegurarse de que conocieras a Jesús y su amor por ti. 

La Biblia nos habla de una ocasión en la que Jesús estaba enseñando a sus discípulos, y una gran multitud de personas le seguía para escuchar lo que decía.

Mientras Jesús enseñaba, la gente empezó a traerle a sus hijos para que los bendijera. A los discípulos no les gustó que estos niños interrumpieran a Jesús. Le dijeron a la gente que apartara a los niños. 

¿Qué opinas de lo que los discípulos intentaron hacer para que los niños se marcharan? 

Jesús estaba muy molesto. "Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan", dijo Jesús. "El reino de los cielos pertenece a estos pequeños". Entonces Jesús tomó a los niños en sus brazos y los bendijo (Marcos 10:2-16).

Recordemos siempre cómo Jesús amó a los niños y los tomó en sus amorosos brazos. Estamos agradecidos por cada uno de los que están hoy aquí y agradecemos que alguien los haya amado lo suficiente como para traerlos.

Amado Dios, queremos amar a tus hijos como los amó Jesús. Gracias porque estos niños que están aquí hoy tienen a alguien que los ama lo suficiente como para guiarlos hacia Jesús. En el nombre de Jesús, amén.