El Dios de lo Imposible

¿Alguna vez después de haberte vestido has descubierto que tu calcetín tiene un agujero? A mí me ha pasado. (Muestre el calcetín). Hoy he pensado que podríamos arreglar este calcetín juntos. He traído esto para repararlo. (Muestre la aguja y el hilo). 

Primero, voy a enhebrar la aguja. Eso significa que sostienes la aguja así y pasas el hilo por este pequeño agujero llamado "ojo". (Muestre el ojo). Esto puede ser difícil. ¿Creen que puedo hacerlo? (Intente enhebrar el hilo y haga una demostración. Pida ayuda y deje que un par de niños lo intenten). 

El problema para enhebrar la aguja me recuerda algo que le ocurrió a Jesús. Un día, un joven rico se acercó a Jesús y le preguntó qué debía hacer para ir al cielo. Jesús le respondió: "Ya conoces los mandamientos: 'No matar, no cometer adulterio, no robar, no mentir, no engañar, honrar a tu padre y a tu madre'".

Bien, el joven dijo que había seguido todos los mandamientos desde que era joven. ¿Cuántos de nosotros no hemos incumplido nunca, jamás, un mandamiento, ni siquiera un poco? (Haga una pausa para escuchar las respuestas). 

Entonces Jesús le dijo que había una cosa más que debía hacer: "Vende todo lo que tienes y dale el dinero a los pobres", le dijo Jesús.

El joven se sintió muy decepcionado. Se dio vuelta y se alejó porque era muy rico y no estaba dispuesto a renunciar a sus riquezas y pertenencias, ni siquiera para ir al cielo.

Entonces Jesús se dirigió a sus discípulos y les dijo: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos".

Ahora bien, pasar hilo por el ojo de la aguja puede ser bastante difícil. ¿Qué te parecería intentar pasar un camello por el ojo de una aguja? (Haga una pausa y vuelva a sostener la aguja). Eso parece imposible, ¿no?

¿Eso significa que Jesús estaba diciendo que es imposible que un rico entre en el cielo? No lo creo, porque después Jesús dijo: "Para el hombre esto es imposible, pero no para Dios. Para Dios todo es posible". Ese es el Dios al que servimos. ¡El Dios de lo imposible!

Padre Celestial, te agradecemos porque eres el Dios de lo imposible. Sin Ti, sería imposible para cualquiera de nosotros llegar al cielo. En el nombre de Jesús, amén.